miércoles, 26 de diciembre de 2012

Trilce: húmeros para bailar (Book in progress)




CONTENIDO

Introducción

Cap. I: El archipiélago Vallejo
1. El archipiélago Vallejo: Trilce XLVII
2. ¿Vallejo en salsa verde?
2. A. “Mejor/ no digo nada” (Trilce XLIV, XXXII y XII)
2. B. “Serpea el sol en tu mano fresca” (Trilce LXXI)

Cap. II: La marinera de Vallejo
1. Trilce XXXVII
2. “Lluvia”: ¿Otilia Villanueva Pajares en Los heraldos negros?

Cap. III: El vallejiano ab-zurdo
1. Trilce XIV
2. Trilce XXXV
3. Trilce LXXIII

Cap. IV: El sol(o) de Trilce: modernización, melodrama y mito
1. Antecedentes: “Nostalgias imperiales”
1. A. “Huaco”: El mito de Inkarri
1. B. Masculino/ femenino en la “Oración del camino”
2. Trilce: Repertorio solar
3. Trilce: Lugar de enunciación de un mundo andino globalizado

Anexo: “Novela y poesía: 'La cólera que quiebra al hombre en niños...'” (Análisis colectivo con estudiantes de la Universidade Federal da Integração Latino-Americana, Brasil)

Conclusiones

Obras citadas

(Libro sobre las poéticas de la cultura en América Latina)

miércoles, 12 de diciembre de 2012

ESPAÑA EN EL CORAZÓN/ João Cabral de Melo Neto (Traducción: Pedro Granados)




I
España es una cosa de tripa.
¿Por qué “España en el corazón”?
Por esa víscera es que vinieron
San Franco y el séquito de Santos.

España es una cosa de tripa.
El corazón es sólo una parte
de tripa que hace el español:
la que golpea o alerta o alarma.

2
España es una cosa de tripa,
de más abajo del estómago;
España está en esa cintura
que el torero ofrece al toro,

y que es de dónde sabe el andaluz
hacer subir su canto tenso,
la expresión, explosión, de todo
lo que se hace al borde del extremo.

3
De tripas hondas, las de abajo
de lo que se llama el bajo-vientre,
que ponen los hombres de pie,
y el español especialmente.

Sobre esta tripa de más abajo,
¿cómo continuar sin un palabrón?
España es cosa de esta tripa
(lo digo alto o bajo), de cojón.

4
España es cosa de cojón,
lo que el poco ibérico Neruda
no entendió, pues prefirió
el corazón, sentimental y puta.

España no teme aquella tripa;
de ésta viene el lenguaje que prefiere,
toda España (lo único es que no sé cómo
denominar el cojón de la mujer).



ESPAÑA EN EL CORAZÓN

1

A Espanha é uma coisa de tripa.
Por que "Espanha no coração"?
Por essa víscera é que vieram
São Franco e o séquito de Sãos.

A Espanha é uma coisa de tripa.
O coração é só uma parte
da tripa que faz o espanhol:
é a que bate o alerta e o alarme.

2

A Espanha é uma coisa de tripa,
do que mais abaixo do estômago;
a Espanha está nessa cintura
que o toureiro oferece ao touro,

e que é de donde o andaluz sabe
fazer subir seu cantar tenso,
a expressão, explosão, de tudo
que se faz na beira do extremo.


3

De tripas fundas, das de abaixo
do que se chama o baixo-ventre,
que põem os homens de pé,
e o espanhol especialmente.

Dessa tripa de mais abaixo,
como esse escrever sem palavrão?
A Espanha é coisa dessa tripa
(digo alto ou baixo?), de colhão.


4

A Espanha é coisa de colhão,
o que o pouco ibérico Neruda
não entendeu, pois preferiu
coração, sentimental e puta.

A Espanha não teme essa tripa;
dela é a linguagem que ela quer,
toda Espanha ( não sei é como
chamar o colhão de mulher).


João Cabral de Melo Neto, A educação pela pedra e depois (Rio de Janeiro: Editora Nova Fronteita, 1997) pp. 237-238.

martes, 11 de diciembre de 2012

Sobre Trilce/ Pablo Neruda a Carlos Morla Lynch



Mi muy querido amigo, cuánto tengo que agradecerte el envío del libro Trilce. Lo que Bergamín [en el prólogo] me critica me parece justo, pero irremediable: temperamento. El libro de Vallejo me parece seco y espantoso. No veo qué objeto tenga producir una literatura así. Es un libro cruel, literario y estéril. Mi poesía me parece que ampara un poco más de alma en uno, quiere abrir una puerta de salida al corazón.

Batavia, 1 de junio de 1931



En: marconsoroche No 5, "Cartorgrafías" (pag. 13)

viernes, 7 de diciembre de 2012

CURSO MONOGRÁFICO EM LITERATURA (Obra de César Vallejo)



Letras – Artes e Mediação Cultural - UNILA
Ano/semestre de oferta: 2012/02


CONTEÚDO PROGRAMÁTICO

.Apuntes biográficos y panorama literario-cultural de la época.

.Recepción brasileña: Amalio Pinheiro y Ronaldo Assunçâo.

.Novelas breves: El Tungsteno y Paco Yunque.

.Ensayos: “Contra el secreto profesional” y “El arte y la revolución”

.Los heraldos negros: Modernismo y Vanguardia

.Trilce: Modernización de Lima, melodrama y mito.

.Los poemas de París y la Guerra Civil Española

.Traducción de su poesía al portugués: Haroldo de Campos, Thiago de Melo, Amalio Pinheiro, Floriano Martins, etc.

.Crónicas de César Vallejo desde París y Rusia.

.Novelas sobre César Vallejo: Monsieur Pain (Roberto Bolaño) y Vallejo en los infiernos (Eduardo González Viaña)




BIBLIOGRAFIA

Assunção, Ronaldo
2000 Arte e experiȇncia urbana em César Vallejo. Paris-Moscou 1923-1938. Campo Grande – MS: Universidade Federal de Mato Grosso do Sul.

Ballón, Enrique
1986 Prólogo (“Para una definición de la escritura de Vallejo”). César Vallejo. Obra poética completa. Enrique Ballón (ed. y prol.). Buenos Aires: Biblioteca Ayacucho. IX-LXXVII.

Bernabé, Mónica
2006 Vidas de artista. Bohemia y dandismo en Mariátegui, Valdelomar y Eguren (Lima, 1911-1922). Lima: IEP.

Borras, Gérard
2012 Lima, el vals y la canción criolla (1900-1936). Lima: IFEA/ PUCP.

Carrasco, Lawrence
2005 Las ideas estéticas de César Vallejo. Estudio de sus textos en prosa reflexiva, desde 1915 a 1937. Lima: Fondo Editorial del Pedagógico San Marcos.

Cerna-Bazán, José
1995 Sujeto a cambio. De las relaciones del texto y la sociedad en la escritura de César Vallejo (1914-1930). Lima/ Berkeley: Latinoamericana Editores.

Cornejo Polar, Antonio
1994ª escribir en el aire. Lima: Editorial Horizonte.

Coyné, André
1999 Medio siglo con Vallejo. Lima: PUCP Fondo editorial.

Chang-Rodríguez, Eugenio
1992 “Las crónicas postmodernistas de César Vallejo”, INTI, Vol 1, No 36, 11-36.
[http://digitalcommons.providence.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1601&context=inti]

Dalton, Roque
1963 César Vallejo. La Habana: Cuadernos de la Casa de las Américas.

Espejo Asturrizaga, Juan
1965 César Vallejo. Itinerario del hombre. Lima: Juan Mejía Baca.

Franco, Jean
1996 “La temática: De Los heraldos negros a los Poemas póstumos” En: César Vallejo. Obra poética. Américo Ferrari (coor.). 2da ed. Madrid: ALLCA XX. 575-605.

Granados, Pedro
2010 Vallejo sin fronteras. Lima: Espacio/ Arcadia [http://vallejosinfronteras.blogspot.com.br/]
2004 Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo. Lima: PUCP Fondo Editorial.

Kaliman, Ricardo J.
1994 «La publicación de lo privado. Un balance de las interpretaciones de la poesía de Vallejo». En: Vallejo. Su tiempo y su obra. vol. 1. Lima: Universidad de Lima. 377-385.

Pinheiro, Amalio
1986 César Vallejo: O Abalo Corpográfico. São Paulo: Arte Pau-Brasil.

Vallejo, César
2002 Artículos y crónicas completos. Jorge Puccinelli (ed.). Lima: Rectorado PUCP.
1996 César Vallejo. Poesía completa. Américo Ferrari (ed.). Madrid: ALLCA. XX.
1970 Novelas y Cuentos Completos. Lima: Francisco Moncloa Editores S.A. y Georgette de Vallejo.





martes, 20 de noviembre de 2012

Novelas sobre César Vallejo


La bohemia de Trujillo, en las primeras décadas del siglo XX. Reunidos en el casino del balneario Buenos Aires.  En la foto se puede distinguir a Víctor Raúl Haya de la Torre, intelectual fundador e ideólogo del aprismo (primero a la derecha) y al poeta César Vallejo (quinto de la izquierda).



Eduardo González Viaña (Vallejo en los infiernos, 2009) escribe para enfatizar o corroborar la tesis de Roberto Bolaño (Monsieur Pain, 1999). Conclusión: Vallejo fue siempre -- no sin razón-- un perseguido político. Para sustentar este diseño estético-ideológico de sus novelas, tanto el escritor chileno como el peruano, elaboran un héroe sin fisuras. Galante, masculino, vengador, comprometido contra la injusticia, permanentemente correspondido en la amistad y solidaridad por sus amigos de la Bohemia de Trujillo, en el caso de Vallejo en los infiernos; y, por lo tanto, diseño del héroe que trasvasa hacia aquel grupo trujillano todo (Zoila Rosa Cuadra, Haya de la Torre, Alcides Espelucín, Antenor Orrego, etc.). La novela de González Viaña no es sólo sobre César Vallejo; en realidad, es una elegía del Grupo Norte a través de un carácter emblemático, el poeta que nació en Santiago de Chuco. En este sentido, el político, es un texto que declara sus simpatías hacia el aprismo que fundara, y sólo a este aprismo originario, Víctor Raúl Haya de la Torre. Por su parte Monsieur Pain, conocida también como La senda de los elefantes, reconstruye a Vallejo --los últimos instantes de su vida y de su enigmático hipo en la Clínica Arago de París-- a través de las andanzas y perplejidades del protagonista de la novela, el mesmerista Pierre Pain, una vez que va intuyendo y, atando cabos, convenciéndose del asesinato del poeta peruano a manos del fascismo internacional. Años 20 del siglo pasado: post guerra, Guerra Civil española y preparación a la hecatombe de la Segunda Guerra Mundial. Vallejo, pagando con su vida su adhesión política a uno de esos dos bandos. Ambos novelas, por otro lado, persuasivas y muy bien escritas.

Sin embargo, ambos autores --como la mayoría de vallejólogos hasta hoy en día-- evitan Trilce o sólo lo rodean; ciertamente por complejo e incómodo (de “incómodo Polifemo”, J. L. Borges dixit). Es decir, González Viaña acaso escribió la novela de Los heraldos negros; como Bolaño, por su parte, ha ensayado la suya en base a los poemas de París. Pero nos falta la novela política de Trilce. O, de modo prejuicioso, de antemano este poemario no lo consideramos político. Sin duda, nos hace falta entender todavía mejor este libro y la estancia, desde 1918 hasta prácticamente su partida o huída a Europa en 1923, de César Vallejo en la capital del Perú. Aunque esta opacidad de militancia política del poeta, en contraste a la de otros insignes amigos suyos trujillanos, ya ha llamado la atención de los críticos especialistas en su obra. Cabe aún preguntarse: Es que Vallejo no militó en Trilce y sólo se dejó, por aquellos años, absorber por su pasión con la quinceañera Otilia Villanueva Pajares. Es que Trilce queda encerrado en la cárcel de Trujillo. O es que, en el poemario de 1922, Vallejo juntó varios fragmentos --y una imagen de sí mismo en ellos, muy lejos de la unitaria y didáctica que comunican las novelas que sucintamente vamos reseñando-- y militó políticamente de otro modo.

Actualmente, si no se trata en específico de una novela, tratamos de responder a dichas preguntas en un libro que vamos terminando; su título “Trilce: húmeros para bailar”.
Nos vemos en el capítulo próximo.

martes, 23 de octubre de 2012

Poesia e Arquitetura: César Vallejo (tradução: Igor Fracalossi)



Quero me perder por falta de caminhos. Sinto ânsia de me perder definitivamente, não já no mundo nem na moral, senão na vida e por obra da vida. Odeio as ruas e as sendas, que não permitem se perder. A cidade e o campo são assim. Não é possível neles a perda, que não a perdição, de um espírito. No campo e na cidade, se está demasiado assistido de rotas, setas e sinais, para poder se perder. Se está ali indefectivelmente limitado, ao norte, ao sul, ao leste, ao oeste. Se está ali irremediavelmente situado. Ao invés do que ocorreu a Wilde, na manhã que ia morrer em Paris, me ocorre na cidade amanhecer sempre rodeado de tudo, do pente, da barra de sabão, de tudo. Amanheço no mundo e com o mundo, em mim mesmo e comigo mesmo. Chamo e inevitavelmente me respondem e se ouve minha chamada. Saio à rua e há rua. Me ponho a pensar e há sempre pensamento. Isto é desesperante.

 VALLEJO, César. “Contra el secreto profesional”


Morrerei em Paris com aguaceiro,
um dia do qual tenho já o recordo,
Morrerei em Paris –e não corro–
talvez uma quinta, como é hoje, de outono.
Quinta será, porque hoje, quinta, que proso
estes versos, os úmeros me pus
a la mala e, jamais como hoje, voltei,
com todo meu caminho, a me ver só.
César Vallejo morreu, lhe batiam
todos sem que ele lhes faça nada;
lhe davam duro com um pau e duro
também com uma soga; são testemunhos
as quintas-feiras e os ossos úmeros,
a solidão, a chuva, os caminhos…


 VALLEJO, César. “Piedra Negra sobre una Piedra Blanca”


jueves, 18 de octubre de 2012

POEMA-HOMENAGEM A CESAR VALLEJO/ Haroldo de Campos



O QUE É DE CÉSAR

uma lufada de soles
peruanos desarraiga
os biófagos
grafemas

neves
defenestradas incendeiam
de frio
papel e
tinta

!cai
do amplo céu
topázion-flor!

mobilizo o
nome grego de
sousândrade - nume
de letras sagitadas até a un-
décima: shakespeare ―
to praise
caesar!

e aparo no
peito aberto desta
página
vallejo ― um
tiro à queima-roupa.

martes, 28 de agosto de 2012

TRILCE: BRAÇOS PARA BAILAR



Trata-se, de reconhecer e integrar os feitos na recepção do humor e do júbilo na poesia de César Vallejo. Aglutinar, contextualizar e, talvez, sistematizar o poemário, em vários, de toda sua obra poética: “seu humor, que preserva a mobilidade expressiva, a versatilidade formal e mescla referencial” (Yurkievich 23). É dizer, em outra leitura, que não insista em castigar a Vallejo; em mantê-lo encarcerado; em uma esteira de postergações e decepções sem fim. Não esqueçamos de que, por exemplo, para um leitor contemporâneo ao poeta e tão delicado como Raúl Porras Barrenechea, Trilce: “é uma palavra inexplicável e humorística” (Dasso 307). Por sinal, daquele “avô instantâneo dos dinamitadores” [Francisco de Quevedo] (“Espanha, afasta de mim esta cálice”). E, porque não, em muito provável conexão a uma leitura profunda, da parte do jovem Vallejo, de Nietzche de O nascimento da Tragédia no espírito da música: “Crer em um Deus, semelhante de Wagner e de Dionísio, que saiba dançar” (Bendayán 2009). Ao que haveria de agregar, entre outras conexões fundamentais do humor e júbilo vallejianos, é claro a Charles Chaplin, os festejos com seus amigos do Grupo Norte de Trujillo e sua estadia em meio a uma Lima –Ainda que intima e não menos classista – borbulhantemente negra, zamba e chola. Trilce chama, portanto, a música, o canto e o baile popular que estavam em moda nos anos 20 do século passado na capital do Peru. Trilce, a modernização do Peru e da marinha limenha. Trilce como Trilalá (“La tirana”), cidade originaria, para os provincianos, ou jovem amante indolente (Otilia Villanueva Pajares). Letra, ritmo e coreografia – a um tempo –; em consonância com o que, segundo Rafael Gutiérrez Girardot, incluindo já seu primeiro poemário, tocara ensaiar o santiaguino: “O que faz Vallejo em Los Heraldos negros é construir seu teatro do mundo, seu altar de máscaras sagradas, a Gólgota infantil e um tanto triste” (Kristal 17). Óbvio, “teatro e máscaras” que, em Trilce, invertem seu valor e significado. De outra forma, o elenco de personagens no – poemário de 1918 – que em Trilce passam a ser protagonistas. Igualmente, posta em seu cenário, a Capital do Peru nos anos 20, que o palco um tanto mais abstrato e modernistas de Los Heraldos negros.

Palavras-chave:
Poesía de César Vallejo, Trilce, Poesía Latinoamericana contemporánea



II SEMINÁRIO DISCURSOS EM INTERFACES CONTEMPORÂNEAS
“Modernismo Brasileiro 90 anos:
Vanguardas, neovanguardas e pós-vanguardas”

*Universidade Federal Rural do Rio de Janeiro - Campus Seropédica*

*03 a 06 de setembro de 2012*

Mesa 2.1: 04/09/2012, às 13h30 às 15h30
Coordenadora: Profa. Dra. Elisa Lima Abrantes
Local: a confirmar
1.
“Entre Multiculturalismo e Políticas Publicas: a diversidade cultural na literatura canadense”
Prof. Doutor Anderson Soares Gomes, DLC/ICHS/UFRRJ.
2.
“Sebastian Barry e a escrita da história: uma leitura de On Canaan’s Side”
Profª. Dra. Elisa Abrantes, DLC/ICHS/UFRRJ.
3.
“Trilce: braços para bailar”
Prof. Dr. Pedro Granados (UNILA, Un. Federal da Integração Latino-americana, Foz do Iguaçu, PR).
4.
“Benjamim, a escrita fílmica”
Doutoranda Tânia Perez (Departamento de Pós-graduação em LetrasUFF).
5.
“Dois poemas da Revista Verde, Cataguases-MG”
Prof. Marcus Vinícius Ferreira de Oliveira

domingo, 8 de julio de 2012

Reseña del Congreso Trilce y la Vanguardia Internacional

Vallejólogos: José Migual Oviedo, Stephen Hart, Jorge Kishimoto, Eduardo Gonzalez Viaña, Enrique Foffani y Pedro Granados

No asistimos a todas las ponencias, aunque sí a la mayoría. En general, al menos para intentar ser didácticos, el César Vallejo local pugnó con el internacional. Es decir, las recepciones que giraron en torno, y por un lado, a la imagen del poeta como líder político, juez de paz, orador y declamador antes que como un ser doliente (Jorge Kishimoto); las dos Otilias, una “dulce” y otra “fatal”, como un modo más de reiterar el dualismo esencial del poeta (Stephen Hart); su biografía novelada, fruto de la información y meditación de toda una existencia (Eduardo González Viaña); la extraordinaria importancia de su maestro, Antenor Orrego, que --al acompañar al poeta en su segundo libro-- escribiera el prólogo más importante del siglo XX (Ricardo González Vigil); Trilce y la marinera limeña, por no decir la modernización de Lima y el performance popular (letra, música y baile de ascendencia urbana y afro-peruana) (Pedro Granados). Frente, por otro lado, a Trilce en el contexto literario internacional vanguardista de 1922 (Joyce, Eliot y Pound) (José Miguel Oviedo); a la relación de la poesía de César Vallejo con el dinero, en el sentido que su pobreza material no empobreció su imaginación poética (Enrique Foffani); un surrealismo subyacente que supera o multiplica, en “cuatro conciencias”, la alteridad percibida por Rimbaud (Marco Martos); otra que desmonta la carpintería anagramática de su escritura e insiste en que el dolor es el cuerpo de la palabra en Trilce (Nadine Ly); y todavía otra que extiende el típico sentimiento de culpa y pudor vallejianos de los Heraldos negros, ante el erotismo y el sexo, incluso hasta Trilce (Roland Forgues). Obvio, la mayoría, por no decir casi todos los críticos, se avienen a la clásica distinción según la cual, todavía en Trilce, Vallejo es individualista (complejos de Edipo y amagos de incesto); y que luego, en los poemas europeos, se vuelve social (aunque el amor casi ya no exista).

Frente a este panorama, un tanto burdo que aquí resumimos, creemos que Trilce nos obliga a entrar en performance; por lo tanto, a disfrutar y compartir, aunque intensas, lo efímeras de nuestras estadías allí. La idea no es encontrar el sentido, al menos aquél que constituirían sólo las palabras; sino disponernos a participar. Es decir, aplicar nuestros cinco sentidos y uno más: el del ritmo en la danza. Es por este motivo, porque queramos o no --y lo hagamos bien o mal-- al leer este poemario bailamos, que nuestra experiencia de Trilce (su sentido, su referente, su semántica) es necesariamente inestable y fugaz. Y colectiva; es decir, esta característica o proyección de la poesía vallejiana no se restringe, como la crítica en general lo reitera, a “España, aparta de mí este cáliz”. Trilce es un poemario absolutamente social, político y utópico; aunque no por ello menos erótico, pornográfico incluso, y donde se abren las compuertas a un lenguaje oral y popular. Trilce se hace uno con un género musical, en aquella época, aún restringido a la clase popular (cholos, negros, zambos y blancos muy venidos a menos que habitan, sobre todo, en el callejón); y se asocia a su capacidad, a través de la música y el baile en la jarana, de revertir o invertir --lanzando estas reivindicaciones hacia el futuro-- sus puntuales y seculares postergaciones y frustraciones. Nuestra lectura en performance intenta ponerse a tono con las habilidades de un maestro que, aquí, no dosifica la complejidad de sus aulas ni de sus destrezas.



No está demás puntulizar que este Congreso estuvo extraordinariamente concurrido de público. Otro mérito, en medio de otros arduos trabajos, de los organizadores de este magnífico evento. 

jueves, 28 de junio de 2012

Programa del Congreso Internacional César Vallejo, Trilce y la vanguardia internacional (4, 5 y 6 de julio)



VIERNES 06

Representación teatral
3:30 p.m. – 5:00 p.m.
Grupo Stanislavski
Director: Jorge Corzo Herrera
Obra: Colacho hermanos


Mesa 4
INFIERNO, BIOGRAFÍA Y BAILE EN LA OBRA DE VALLEJO
5:10 p.m. – 6:10 p.m.

Pedro Granados (Universidad Federal de Integração Latino-Americana)
«Trilce: muletilla del canto y adorno del baile de jarana»

Eduardo González Viaña (Western Oregon University)
«Vallejo en los infiernos: biografía de una novela biográfica»


Mesa 5
DE LA INTIMIDAD POÉTICA A LA CRÓNICA PÚBLICA EN LA OBRA DE VALLEJO
6: 15 p.m. – 7:15 p.m.

Marta Ortiz Canseco (Universidad Alcalá de Henares)
«Crónicas desde París: modernidad y capitalismo en Vallejo»

Roland Forgues (Universidad de Pau)
«Yo poético y exploración de la humana condición en la poesía de Vallejo»

Modera: Doris Calderón Izaguirre


Conferencia de clausura:
7:20 p.m
.

Stephen Hart (University College London UCL)
«Vallejo con sus dos Otilias»

Modera: Agustín Prado Alvarado


PROGRAMA COMPLETO 



miércoles, 27 de junio de 2012

Trilce cuarenta y cuatro



El sol detrás de mi cortina

Potente y luminoso

Solo

El de este piano

Arrimante

Como diría Vallejo

En Trilce cuarenta y cuatro

Piano oscuro

Qué otras palabras

Para este sol

Desnudo

Calato, en el Perú

Arrimante

Él mismo

Arrimado a mi ventana

lunes, 18 de junio de 2012

Congreso Internacional César Vallejo, Trilce y la vanguardia



Cumpliendo con su Plan Literario Anual, la Casa de la Literatura Peruana realizará en el mes de julio dos actividades paralelas: el Congreso Internacional “César Vallejo, Trilce y la vanguardia internacional” y la Exposición “César Vallejo, 120 años de vida”. Ambos homenajes se realizan para celebrar los 90 años de la publicación del poemario Trilce y los 120 años del nacimiento de César Vallejo.

El Congreso Internacional se llevará a cabo durante los días 4, 5 y 6 de julio y se ha convocado a especialistas peruanos y extranjeros, todos ellos expertos en la obra de César Vallejo. Las inscripciones para el congreso ya están abiertas.

El congreso inaugura el miércoles 4 de julio, a las 7 p.m. La inauguración estará a cargo del Dr. Marco Martos, Presidente de la Academia Peruana de la Lengua y Decano de la Facultad de Letras de San Marcos, quien en el Perú, es uno de los mayores conocedores de la obra literaria del autor de Los heraldos negros. El Dr. Martos ha escrito diversos artículos sobre Vallejo y un libro fundamental, Las palabras de Trilce (escrito en colaboración con Elsa Villanueva), donde examina cada poema del libro más internacional de César Vallejo.

Entre los especialistas en la obra de Vallejo, que presentarán conferencias y ponencias, destacamos a los doctores Ricardo González Vigil (PUCP), quien ha preparado, hasta el momento, la mejor edición de la obra poética de Vallejo; Antonio González Montes (UNMSM), autor de artículos y de un libro sobre la prosa de César Vallejo; Manuel Velázquez Rojas (UNMSM); Pedro Granados; Jorge Kishimoto e Irene Vegas García.

Del extranjero vienen dos peruanos residentes en Estados Unidos, Julio Ortega (Universidad de Brown) y José Miguel Oviedo (Universidad de Pennsylvania), quienes tienen una trayectoria importante en el análisis y estudio de la obra de Vallejo. De Europa estarán participando Roland Forgues (Universidad de Pau), Stephen Hart (Universidad College de Londres), Nadine Ly (Universidad Michel de Montaigne) y Marta Ortiz Ginestal (Universidad Autónoma de Madrid), quien es una de las más jóvenes investigadoras de la obra de Vallejo, además de haber preparado una edición de Los heraldos negros (Castalia, 2009), en colaboración con Efraín Kristal.

La Casa de la Literatura Peruana, además, contará con el auspicio de dos instituciones que apoyan el evento: el Grupo Editorial Norma y la Embajada de Francia en el Perú.

La exposición “César Vallejo, 120 años de vida” se inaugurará el 4 de julio, en paralelo con el Congreso Internacional y tendrá una duración hasta el mes de noviembre. La muestra podrá visitarse de martes a domingo, de 10:30 a.m. a 7:00 p.m. Las visitas guiadas son gratuitas.

La exposición tiene las siguientes características: la sala 13 convocará a la Vanguardia, la sala 14 al Grupo Norte y las salas 15 y 16 de la CASLIT mostrarán una línea de vida cronológica de Vallejo con la reproducción de fotografías del poeta, su hogar en Santiago de Chuco y sus fotos en París. Además se exhibirán las primeras ediciones de todos los libros de Vallejo: Los heraldos negros (1919), Trilce (1922), Escalas (1923), Fabla Salvaje (1923), Rusia en 1931 (1931), El Tungsteno (1931) y la traducción que hizo del libro Elevación del autor francés Henry Barbusse (editada en 1931). También estarán las ediciones póstumas de libros trascendentales como Poemas humanos (1939) y España, aparta de mí este cáliz (1939); y sus obras de teatro como Colacho hermanos o La piedra cansada. Asimismo se exhibirá reproducciones de manuscritos, cartas, una estatuilla y una pintura en homenaje al poeta.



Los interesados podrán escribirse de lunes a viernes de 10 a.m. a 1 p.m., y de 2:30 p.m. a 5:30 p.m. hasta el 4 de julio. Las inscripciones se realizarán en la Casa de la Literatura Peruana (Jr. Ancash 207, Lima). El costo será de s/.30 para los estudiantes y S/.60 para los profesionales y el público en general. Informes: 4262573 anexo 104.
 

domingo, 3 de junio de 2012

La Cumanäna y Trilce


El trabajo del sello Xendra Music, encargado de la reedición, resulta un verdadero servicio a la cultura del Perú, en tiempos en que la industria discográfica es casi inexistente.

Con motivo de esta reedición, el lunes 4 de junio se realizará la presentación oficial del disco con un conversatorio a cargo de sus familiares y también músicos Octavio y Rafael Santa Cruz, Carlos Hayre, músico de Nicomedes Santa Cruz, el periodista musical Fidel Gutiérrez y el músico Santiago Pillado. La cita es a las 7:30 en el Centro Cultural de España (Natalio Sánchez 181, Santa Beatriz).


Tomado del La primera: www.diariolaprimeraperu.com



Este libro es fundamental en mi pesquisa de la relación de César Vallejo con la música afro-peruana en el contexto de la modernización del Perú en los años 20 de siglo pasado.

martes, 22 de mayo de 2012

Vallejo in Pieces


“My attempt in this study […] has been to cut into Vallejo´s poetic corpus from a variety of different angles, showing the ways in which its body processes a surrounding modernity through momentary engagements with a series of different  debates and contexts”
Michelle Clayton

Una oportuna difusión del estado de la cuestión vallejiana para un público más bien amplio y, en particular, angloparlante; así podríamos presentar de modo suscinto este meritorio trabajo de Michelle Clayton.  Sobre todo teniendo en cuenta que para la autora, el poeta peruano constituye: “a central figure in Latin American poetics but a stillmarginal figure in the Wester panorama of the modern lyric” (252).

Difusión puntual de los principales debates y pertinente repaso de la bibliografía vallejiana; por no decir, también, de los grandes lugares comunes --o, al menos,  de algunos de los más recientes y  pareciera ya canonizados-- en la recepción  de la poesía de César Vallejo. 

Inspirada en un sugestivo trabajo sobre historia del arte (Linda Nochlin, The Body in Pieces), Clayton se ampara en Stephen Hart (constituye de algún modo, entre todos los especialistas citados, la plataforma constante de la autora) e intenta sacar su libro adelante.  La presencia soterrada de aquel estudioso inglés, sobre todo, en aquello de considerar a Vallejo (de allí sus dobles) un ser culpable y fugitivo.  Otra, aunque más conocida, en aquello de enfatizar la presencia del video en la obra del peruano: “Vallejo´s model in this respect, I argue, was not contemporary poetry but film” (21).

Tal como hemos propuesto en un ensayo ya no tan reciente: “Trilce: muletilla del canto y adorno del baile de jarana”; en cuanto a su experiencia peruana,  a Vallejo no sólo le interesaba lo indígena o indigenista, sino también  lo costeño o  afro-peruano.  Asimismo, a estas alturas, hablar de sus coincidencias con Walter Benjamin, James Joyce y Georges Bataille, dicen bastante  y casi nada.  Y tampoco, ya en cuanto al close reading sobre los poemas, creemos sea  posible o viable seguir insistiendo o argumentando, de modo literal, en base al guano o  al miserable  sueldo de cinco soles que alguna vez recibiera  Vallejo por su trabajo.  Estas últimas son metáforas que pueden invertir radicalmente su sentido y valor, como hemos tratado de demostrar en nuestro libro, Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo (2004).  Tal como la autora, paradójicamente, asimismo nos lo deja saber:

"But how do we do justice to a poet who was rarely read and little understood in his own lifetime, who has been read too easily in the intervening years as an exemplar of Peruvian representational aesthetics and politics, and who is just beginning to emerge in Anglophone and other contexts as shedding new light on international modernism while connecting to contemporary reflections on the lyric? (15)

Nos aunamos a esta autora, eso sí, en reclamar una urgente y autorizada biografía del autor de Trilce.  Acaso sea la que ahora mismo elabora mi compatriota, Miguel Pachas Almeyda.  Nuevas luces --y sombras-- que todavía no hemos ventilado de la vida de César Vallejo.


Michelle Clayton, Poetry in Pieces: Cesar Vallejo and Lyric Modernity (California: University of California Press, 2011)

sábado, 19 de mayo de 2012

[Águilas al vino]



Águilas al vino

Mi querido Vallejo

Coger la manta

Y desaparecer

¿Qué es la poesía?

Sino comer de esa presa

Y esconder

Esconderse

Y llorar

Involuntariamente

Si yo te dijera

Si él te dijera

Si nosotros te dijéramos

Ya que no existimos

Sin ti

Entre la puerta giratoria

Tu mirada fugaz

Entre todo este barullo

El leve tono

De tu voz

Aspas largas rotundas

Concéntricas

A la vida y a la muerte

Atados

Mi querido Vallejo

A pesar de desplegar las alas

Y cocinar las piedras

Y parecerme el mundo

Un ínfimo ángulo de mi ventana

A aquello adheridos

Al pozo a la belleza

A la lágrima involuntaria

Jugando con la muerte

Entre la muerte y nosotros

Una tácita partida

Compartiendo el mismo lecho

Con ella

Y saliendo de su casa

Sin saber de modo cierto

Cómo hemos de no retornar

Cómo hemos de perdernos

Cómo hemos de hacer

Para extraviar su llave

De nuestras manos

Y su espera

Y sus ojos y su mirada

Que no entienden tampoco

Cómo hemos de despedirnos

De ella

Sin que nos demos ni cuenta

Vallejo

Un avión de papel se abre en el espacio

Y vuela



Otro para "Activado", poemario in progress.

martes, 24 de abril de 2012

Trilce by James Wagner

The 77 poems in James Wagner's Trilce are homophonic translations of César Vallejo’s book of the same name, or at least that was the cathartic process Wagner underwent—in creating them, his versions take on a life of their own. “Titling his book Trilce, James Wagner calls attention to the fact that he used the sound structure of Vallejo’s poems as his matrix—a process that has sometimes been called homonymic (or surface) translation and that Wagner called “auralgraph” in his earlier book, the false sun recordings. It is a form at least as demanding as rhyme & meter and, at this point in history, more likely to generate interesting work. But, as with any form, all depends on what you do with it. James Wagner does a lot.” —Rosmarie Waldrop “Not unlike some of the process in reading Trilce—setting up little boundaries of thought for myself—it struck me too that as in Kafka there is a humor in Vallejo sometimes at his almost saddest—as if in the exaggeration of the plane, emotions are very leveled, i.e., placed next to each other, as equal comrades or equal brothers and sisters—and that, not unlike how Mark Rothko felt about his paintings, James Wagner’s Vallejo ‘translations’ or migrations or journeys feel as though we are walking through objects of emotion, or landscapes of emotion, or contents of emotion. The auralgraphs place a reader truly in the position of being a companion to the poems.” —Michael Burkard "This leaves the translating poet with two options: one, create the best poem possible using the same ‘information’ as the original author; or two, forget the information and try to capture the essential. Most poetry translations fall into the first category, James Wagner’s Trilce falls into the second." —Nick Bredie, from review in Tarpaulin Sky

lunes, 23 de abril de 2012

Trilce: cancionero moderno/ Carlos Fernández y Valentino Gianuzzi


Carlos Fernández y Valentino Gianuzzi

Durante años, lectores y críticos no han dejado de preguntarse por la identidad de “la andina y dulce Rita / de junco y capulí”, la inspiradora de “Idilio muerto”, el conocido soneto de Los heraldos negros. Diferente ha sido, sin embargo, la fortuna de la que César Vallejo inmortalizara como “mi aquella / lavandera del alma”, en el menos difundido, si bien no menos intenso, “Trilce VI”. Muy poco es lo que se ha escrito de Otilia Villanueva Pajares, la novia de Vallejo en Lima, retratada en ese poema y en, al menos, una veintena más de composiciones de la que para muchos es una de las obras mayores de la lírica del siglo XX. Su nombre no se encuentra en el prólogo a Trilce de Antenor Orrego, ni en el valioso trabajo biográfico con el que André Coyné sentó las bases del estudio académico de la etapa peruana del poeta a fines de los años cuarenta.

La “lavandera del alma”, la que podía “azular y planchar todos los caos”, careció de nombre propio hasta el año 1965. Debemos su recuperación, la de todas las informaciones conocidas sobre su noviazgo con Vallejo hasta hoy y un puñado de primeras versiones de Trilce –que revolucionaron la manera de entender la génesis y el significado de la obra– a Juan Espejo Asturrizaga, quien rescató estos datos del olvido en su biografía César Vallejo: itinerario del hombre (1892-1923). No obstante, lo delicado del desenlace de la relación entre César y Otilia, que parece haberse visto obligada a abortar tras la ruptura y ante la negativa de Vallejo al matrimonio, llevó a Espejo a referirse a ella a lo largo de su obra por una de sus iniciales (O.). El nombre íntegro de la musa de Trilce, sin embargo, podía encontrarlo el lector atento en dos poemas de Vallejo publicados como apéndice de la biografía de Espejo: la primera versión de “Trilce XV” y la de “Trilce XLVI”. Por lo que respecta a sus apellidos, el paterno apareció por primera vez mencionado, hasta donde alcanzamos a ver, en un ensayo de Juan Larrea publicado en el tercer volumen de la revista Aula Vallejo (1971). El apellido materno se da a conocer aquí con la esperanza de que sirva para rescatar nuevas informaciones y documentos sobre la musa secreta de Trilce.

Otilia Villanueva Pajares y César Vallejo Mendoza se conocieron en Lima en algún momento todavía no determinado del año 1918, muy probablemente a través de Manuel Rabanal Cortegana, colega de Vallejo en el Colegio Barrós. En septiembre de ese año, tras la muerte del propietario del Barrós, Vallejo y Rabanal toman la administración del colegio, rebautizándolo como Instituto Nacional. Semanas más tarde, el 25 de octubre, Rabanal contrae matrimonio con Rosa Villanueva Pajares, hermana de Otilia. El nombre completo de Rabanal y la fecha de su boda, en la que Vallejo ofició de padrino, son informaciones desconocidas por la crítica, que hasta hoy solo tenía constancia del matrimonio de Rosa, la hermana de Otilia, con M.R. o R., modo en el que se alude a él en César Vallejo: itinerario del hombre. El pliego matrimonial confirma también dos datos que proporcionaba Espejo Asturrizaga: que las hermanas vivían con su madre (Zoila Pajares, viuda de Villanueva) y que la familia era oriunda del norte, de Cajamarca.

Según Espejo, además de Rabanal, medió para que César y Otilia se conociesen otro colega del Barrós, F. B. Tras estas iniciales se halla Flavio A. Becerra Suárez, como lo prueban el pliego matrimonial, donde Becerra figura como testigo, y un artículo de Jesús Angulo Caricchio (“Vallejo…, siempre Vallejo”), en el que se afirma que éste perteneció al plantel del colegio. En ese artículo se reproduce una carta del 3 de octubre de 1918, aparentemente conservada por Becerra, en la que Vallejo solicitaba una acreditación de salud y buena conducta al Subprefecto e Intendente de la Policía de Lima, requisito necesario para que la Dirección General de Instrucción permitiese al poeta convertirse en director del Instituto.

Si las informaciones de las que disponemos sobre el inicio de la relación entre César y Otilia son escasas e imprecisas, todavía lo son más las relativas a su noviazgo, que Espejo describe como “apasionado, vehemente, incontrolable”. No se conoce ninguna carta de Vallejo a Otilia, ninguna fotografía de ambos –ni tan siquiera de ella–, ni ningún otro documento, al margen de los poemas de Vallejo, que nos permita reconstruir su relación. A estos obstáculos hay que añadir la dificultad de desentrañar los elementos biográficos en los poemas de Trilce, circunstancia que se pone de manifiesto en el hecho de que, hasta que Espejo habló de la relación con Otilia, ningún crítico fue capaz de inferirla de los propios textos. Los datos que puso en circulación Espejo y su lectura referencial de los poemas amorosos de Trilce permitieron ver, en buena parte de él, una suerte de cancionero moderno. No obstante, el impacto de la vanguardia sobre la obra dificulta considerablemente la lectura en clave biográfica del ciclo de poemas dedicados a Otilia; más fácil es leer referencias en aquellos poemas de los que se conoce una primera versión, prevanguardista. Lamentablemente no sabemos dónde obtuvo Espejo estas primeras versiones, que, en lo que respecta a las relaciones de Vallejo con Otilia, podrían calificarse como la piedra Rosetta de Trilce. De entre las tres conocidas cabe destacar este soneto en versos alejandrinos, en el que Vallejo parece hacer un balance de su relación con Otilia: “En el rincón aquél donde dormimos juntos / tantas noches, Otilia, ahora me he sentado / a caminar. La cuja de los novios difuntos / fue sacada. Y me digo tal vez qué habrá pasado”.

Espejo Asturrizaga fecha la ruptura con Otilia hacia mayo de 1919. Luego de esta, Vallejo fue despojado de la dirección del colegio por sus colegas Rabanal y Becerra. Pero lo cierto es que su vínculo legal con el colegio parece extenderse hasta abril de 1920, en vísperas de su viaje a Trujillo. Ese mes se publica en la prensa una nota firmada por el poeta que dice lo siguiente: “Pongo en conocimiento del público que, teniendo que ausentarme de esta capital, he traspasado el plantel de enseñanza que con el nombre de Instituto Nacional he dirijido, al señor Manuel Rabanal, quien ha asumido el activo y pasivo de dicho colegio, según contrato especial que hemos firmado en la fecha”.

Las pistas de Otilia se pierden aquí y se ignora si Vallejo volvió a tener algún tipo de contacto con ella. Sin embargo, el recuerdo de esa relación quedó marcado en Trilce y se ha convertido ahora en parte de nuestra literatura.


Carlos Fernández y Valentino Gianuzzi son dos jóvenes investigadores vallejianos. Anteriormente han publicado el libro César Vallejo: textos rescatados.

Trilce VI

El traje que vestí mañana
no lo ha lavado mi lavandera:
lo lavaba en sus venas otilinas,
en el chorro de su corazón, y hoy no he
de preguntarme si yo dejaba
el traje turbio de injusticia.
Ahora que no haya quien vaya a las aguas,
en mis falsillas encañona
el lienzo para emplumar, y todas las cosas
del velador de tanto qué será de mí,
todas no están mías
a mi lado.

Quedaron de su propiedad,
fratesadas, selladas con su trigueña bondad.

Y si supiera si ha de volver;
y si supiera qué mañana entrará
a entregarme las ropas lavadas, mi aquella
lavandera del alma. Qué mañana entrará
satisfecha, capulí de obrería, dichosa
de probar que sí sabe, que sí puede
¡CÓMO NO VA A PODER!
azular y planchar todos los caos.

TOMADO DE: http://www.larepublica.pe/06-11-2011/cesar-vallejo-y-la-musa-esquiva-de-trilce

domingo, 1 de abril de 2012

Quememos los libros de Vallejo/ Eduardo González Viaña



La semana pasada mientras -con decenas de académicos del mundo- celebraba en Londres los 120 años del nacimiento de César Vallejo, me encontré con un artículo aparecido en la prensa peruana destinado a demoler por fin a nuestro gran poeta.

Un señor- de nombre, Diego La Torre- condenaba a Vallejo por haber escrito una, según él , « letanía derrotista que tanto daño le hizo al país. »

Para el escribiente de « Correo », Vallejo « influyó de manera negativa en el subconsciente de los peruanos. » Sería necesario acallarlo, y decirles a nuestros hijos que « han nacido un día en que Dios estaba contento y que el Perú es un país maravilloso. »

La Torre no es el primero. Hace un lustro, en « El Comercio » , un tal Fernando Berkemeyer culpó al poeta y a su relato « Paco Yunque » de haber incitado la rebelión campesina de Combayo contra los detentadores de Yanacocha, la primera mina de oro de América, la segunda del mundo.

Según el sesudo articulista, influidos por ese texto provocador, los comuneros que defendían su medio ambiente, su dignidad y su vida, en realidad se alzaron « para atropellar los derechos de los grandes. »

« Los débiles de ayer tienen hoy poder »- se lamentaba Berkemeyer. Para él, ese conflicto no se debía al envenenamiento de los cultivos y del ganado, ni al asesinato de un comunero a manos de los gorilas de la seguridad de Yanacocha sino a la idea del socialismo y a la presencia en los púlpitos de sacerdotes aue recuerdan la pobreza de Cristo y su mensaje de justicia social. Flotaba en el escrito el mensaje de prohibir la lectura de Paco Yunque y de toda la perniciosa obra vallejiana.

La Torre y Berkemeyer solo han leído « Paco Yunque » porque es breve y porque se lo exigieron en el colegio. De lo contrario, la novela « El tungsteno » habría pasado bajo sus pestañas. En ella, Vallejo retrata una mina hasta hoy existente, Quiruvilca, donde fue testigo presencial de cómo salían ciegos, tuberculosos o mutilados los trabajadores y de cómo la tierra se convertía en un negro hoyo del infierno.

De haber sido mejores lectores, La Torre y Berkemeyer habrían exigido que se quemen esos textos o que se declare terroristas, antiperuanos y enemigos de la inversión extranjera a los maestros que dan clases con Vallejo o a los curas que lo mencionan en sus sermones como se hizo antaño. y como se pretende que se haga ahora.

En diversas publicaciones y blogs se ha dicho que La Torre y Berkemeyer son idiotas. No lo creo así.

Ambos son la expresión inocente, casi naif, de algo que está presente en casi todos los grandes medios de expresión del Perú. Los antiguos enemigos de la candidatura del actual presidente suponen que él es ahora uno de los suyos, y tratan de persuadirlo todos los días para que emprenda acciones antidemocráticas, pero según ellos necesarias para mantener un orden injusto y fatal o un anacronismo perverso.

El masacrador de Accomarca declaró hace muchos años ante una comisión del Congreso que personalmente había matado niños en esa aldea, pero que lo había hecho con buena intención, para evitar que de adultos se convirtieran en comunistas.

De la misma forma, los antes nombrados « columnistas » y los periódicos que profesan un integrismo de derecha azuzan a las autoridades para que se revisen los textos escolares y para que de allí se eliminen lecturas como las que mencionamos o lo han hecho ellos : Montaigne, Voltaire, Marx, la teoría de la evolución de Darwin, los cuentos de Ribeyro, los poemas de Alejandro Romualdo y para que borren de la historia los retratos de Túpac Amaru o del general Velasco Alvarado.

Para el integrismo derechista, los peruanos del futuro, en vez de ser hombres completos deberán ser sujetos del mercado, esto es seres previsibles, robotizados, incapaces de soñar utopías y felices, tan felices como La Torre y Berkemeyer.

De nuestras escuelas y universidades, según ellos, debe salir el nuevo hombre hábil solamente para aceptar todo lo se le diga, pero incapaz de escribir un poema como Vallejo o Eguren, o de soñar con la salvación como Túpac Amaru.

En resumen, quememos los libros de César Vallejo. En su lugar, tendremos niños del futuro acaso muy parecidos a La Torre y Berkemeyer. Tendremos maravillosos chimpancés que manejan celulares.

viernes, 16 de marzo de 2012

Análisis del poema 'Lluvia' (Los heraldos negros)

A los 120 años de César Vallejo



En Lima... En Lima está lloviendo
el agua sucia de un dolor
qué mortífero! Está lloviendo
de la gotera de tu amor.

No te hagas la que está durmiendo,
recuerda de tu trovador;
que yo ya comprendo... comprendo
la humana ecuación de tu amor.

Truena en la mística dulzaina
la gema tempestuosa y zaina,
la brujería de tu "sí".

Mas, cae, cae el aguacero
al ataúd, de mi sendero,
donde me ahueso para ti...


ANÁLISIS

1. Primera estrofa: Entendemos que aquel “tu amor” (v. 4) es también:

A) Sucio
B) Abundante
C) Sincero
D) A y B
E) Ninguna de las anteriores

2. Segunda estrofa: Aquella “humana ecuación” (v .8) se refiere a:

A) Sueño
B) Cálculo
C) Recuerdo
D) Cariño
E) Ninguna de las anteriores

3. Tercera estrofa:

Dada la definición de dulzaino, na. (v. 9)
De dulce
1. adj. coloq. Demasiado dulce, o que está dulce no debiendo estarlo.
2. f. despect. Cantidad abundante de dulce malo.

Y de zaino, na. (v. 10) (Del ár. hisp. zahím, indigesto, antipático, desagradable, y este del ár. clás. zahim, pringoso).
1. adj. Traidor, falso, poco seguro en el trato.

El “sí” de la amada pasa en el poema como:

A) Honesto
B) Falso
C) Traidor
D) B y C
E) Ninguna de las anteriores

4. Cuarta estrofa: “sendero” es una metáfora de:

A) La amada
B) El yo poético
C) El aguacero
D) El hueso
E) Ninguna de las anteriores

5. Si la “amada” del poema “Lluvia” fuera la ciudad de Lima, donde Vallejo vivió como un provinciano. Y considerando la extraordinaria y sutil alusión sexual-mortal del verso final: “donde me ahueso para ti…”. Estaríamos ante un poema de:

A) Odio radical a la capital
B) Amor ciego a la capital
C) Amor y odio a la capital
D) Indiferencia ante la capital
E) Ninguna de las anteriores

lunes, 30 de enero de 2012

El César Vallejo que no conoció Julio Ortega




“El César Vallejo que yo no conocí” [Vapor transatlántico: nuevos acercamientos a la poesía hispánica y norteamericana contemporánea (Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos/ Fondo de Cultura Económica y Hofstra University, 2008) 39-45] es una breve comunicación que glosa el conocido testimonio de Ciro Alegría, “El César Vallejo que yo conocí”. Contra esta última presunción de legibilidad, Julio Ortega se refiere más bien a aquella opaca que alcanzó a percibir: “tras las versiones de quienes compartieron con él algunos tramos del camino”; y estos testigos principales, entre tantos otros personajes colaterales de su relato, son los tres siguientes: Alejo Carpentier, Juan Larrea y Georgette de Vallejo.

El primero de ellos, Carpentier --“uno de los amigos más cercanos de Vallejo en París”-- sorprende a Ortega ya que en modo alguno satisface su curiosidad por una posible participación o repercusión --en el peruano-- del rompimiento del antillano, junto a Robert Desnos, con el líder del surrealismo, André Breton. Ninguna anécdota al respecto de parte de Alejo Carpentier. Sin embargo, Julio Ortega enfatiza que ambos escritores, el autor de El reino de este mundo y el autor de Trilce, tenían algo fundamental en común: “su compleja relación con el momento literario europeo”. Es decir, cada uno buscaba a su modo una respuesta cultural propia de América Latina; al surrealismo y al existencialismo --por vía de la antropología o etnología--, Carpentier; a la política, o la del intelectual al servicio de la clase trabajadora, Vallejo vía más bien un peculiar marxismo .

Juan Larrea, por su parte, quien elaborará su tesis de España salvada del fascismo en América Latina, precisamente gracias a Vallejo; convirtiendo al poeta andino: “en el heraldo espiritual de esta España extraviada, recuperada en el lenguaje poético vallejiano para los tiempos futuros”; sí soltará prenda a Ortega, confesándole a éste su predilección de la poesía del peruano respecto a la de Huidobro.

En fin, el último testigo con el que Julio Ortega va armando su mosaico vallejiano es Georgette. Espiritista, a decir del estudioso peruano: “convocaba a Vallejo que, según ella, concurría a su llamado”. Mas, acaso lo más pertinente, según este mismo crítico es que: “Era muy laborioso esclarecer los enigmas vallejianos con ella porque su lectura de la obra pasaba por sus propias convicciones. Ella había asumido que el poeta era ortodoxamente marxista, y todo lo interpretaba en esa clave”.
Por último, aunque así, lúcidamente comienza esta nota orteguiana, nos plegamos a estas palabras a modo de síntesis: “Muchos han leído su poesía como si fuese su biografía y, me temo, el Vallejo que creen conocer es una invención sentimental [él mismo ya había dicho: “Me han confundido con mi llanto”], forjada por la figura del poeta marginal, bohemio, pobre y sin oficio; figura, además, derivada del paradigma romántico del rebelde que se enfrenta a la sociedad y documenta su sacrificio”.

CÉSAR VALLEJO O LA ESCRITURA DE COMBATE. MADRID, 1931/ José Luis Corazón Ardura




Estimado señor,
me dirijo a usted con el único motivo de hacerle llegar un breve texto con el cual participé en el premio de Telefónica, dedicado a la estancia madrileña del poeta. Soy un investigador español que se encuentra a la mitad de un ensayo literario acerca de la escritura vallejiana, con vistas a obtener un doctorado en teoría literaria, si eso puede decirse, durante este año.
Le agradezco su disposición y todas las informaciones actuales que va desgranando en su blog, las cuales son de gran importancia para aquellos que seguimos estudiando su obra desde España que, dicho sea de paso, no ha dedicado demasiados estudios a la obra de Vallejo en los últimos tiempos.
Atentamente,


José Luis Corazón Ardura (Madrid, 1973). Doctor en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid (2005) Jefe de redacción de la revista Sublime arte + cultura contemporánea (sublimeart.net). Es Profesor de Filosofía de Educación Secundaria. Ha colaborado en diversas publicaciones como Microfisuras, Contrastes o La alegría de los naufragios. Ha formado parte del IV Foro Internacional de expertos en arte contemporáneo (ARCO’ 06) Escritor y comisario de exposiciones.

PDF:
http://blog.pucp.edu.pe/media/793/20120130-cesar_vallejo_o_la_escritura_de_combate_premio_vallejo_madrid_1931_jose_luis_corazon_ardura.pdf