domingo, 8 de mayo de 2016

Reseñas de las Actas del Congreso “Vallejo Siempre”, Montevideo 2016





Todas las ponencias tuvieron lugar en el Centro Cultural de España, en Montevideo, entre los días 14 al 16 de abril último. Artículos de las Actas del Congreso Internacional Vallejo Siempre [Gladys Flores Heredia y Andrés Echevarría (editores).  Lima: Cátedra Vallejo, 408 pp.]  que, por entregas, iremos aquí  reseñando entre los que de modo más urgente nos interpelan.

Reseña I

Laurie Lomask (CUNY), “Teoría y espectáculo del cuerpo en el teatro de César Vallejo”, 247-257.

Hablando en estricto del teatro de César Vallejo; y, en particular, de su  extraordinario énfasis en: “hacer al individuo que entre en el cuerpo del prójimo, para que vea lo que es ser el otro” (Bruno Podestá, César Vallejo: Su estética teatral.  Lima: UNMSM, 1985, 225).  Laurie Lomask,  y nosotros con ella, se anima a sintetizar lo siguiente: “Este uso del cuerpo, por lo tanto, es uno de los rasgos más particulares del teatro vallejiano, y uno de los rasgos que lo distingue de otros experimentos formales y filosóficos en el género teatral de la época” (248).  Sin embargo, luego de esta medida y meditada sentencia, la joven estudiosa norteamericana va incluso más lejos respecto a la reflexión sobre la eficacia apelativa o receptiva del performance  de este teatro y plantea lo siguiente: 
“no está claro todavía cómo el cuerpo es capaz de reconciliar a personas que de otra manera a lo mejor no se entenderían.  Desde luego el parecido entre dos cuerpos no significa que se disminuya la distancia entre diferentes países, culturas y clases sociales.  Queda por teorizar, entonces qué es precisamente lo que Vallejo hace al manifestarse entre dos personajes, dos actores, o entre actor y público a través del espectáculo del cuerpo” (252).
            Ahora, entre esto que “queda por teorizar”, acaso resulte útil lo que en un trabajo anterior exponíamos respecto a la lógica de la “inclusión” (UNO en el OTRO) ya presente en la poesía de Vallejo desde Los heraldos negros:
“Al recorrer cada uno de sus textos comprobamos que la unidad en Vallejo no es un dígito sino una situación: la inclusión de uno en el otro; es decir, la unidad nunca está sola, la unidad por lo menos son dos, algo así como un núcleo y su protoplasma en el esquema de la célula. De este modo, este libro de poemas también son dos poemarios. El primero es el explícito y que figura como título del volumen de 1918, al que vamos a denominar texto A; el segundo, inferido del anterior, «Los heraldos blancos», al que denominaremos texto B” (Pedro Granados, Poéticas y utopías en la poesía de CésarVallejo.  Lima: PUCP Fondo editorial, 2004, 16)
Es decir, al teatro vallejiano le correspondería también llamar la atención sobre nuestros pliegues o dobleces sin fin; propias, autónomas, o en comunión o catálisis con la de los demás: madre-hijo, amada-amante, realidad rusa-realidad española, etc.  No sólo el cuerpo del actor conlleva capas de identidades: “la del actor, la del personaje, la de sus antecedentes artísticos y mitológicos, y ahora el reflejo de otros cuerpos a su alrededor” (Lomask 251); sino que estas yuxtaposiciones o transparencias son las de cualquier individuo o colectivo.  Sí o sí estamos ya en comunidad o comunidades; aunque no seamos conscientes que participamos de ello.  Estado latente de intersección ecológica generalizada (humana y posthumana) que, a nuestro juicio, supera los alcances de los conceptos de “lenguaje corporal” o “cinestesia”: “Igual que el efecto comunicativo del cine mudo, la cinestesia atraviesa las divisiones lingüísticas entre diversas culturas” (Lomask 252); y de la misma “empatía” en tanto elaboración freudiana o lacaniana: “talento intrínseco, don que se puede aprovechar, pero que no se puede enseñar” (Lomask 254).   
En constituir la anagnórisis de un ritual simple y cotidiano  --y no la “lejanía” de un mito ni propiamente la “promesa” de una  utopía-- allí mismo se comprueba la eficacia de Trilce/ Teatro (“Trilce/Teatro: guión, personajes y público”, libro aún inédito).  Por ejemplo, cómo el sol --a cierta hora del día-- se vuelve anfibio; o cómo una ola del mar puede ser una “edición en pie,/ en su única hoja el anverso/ de cara al reverso”.  Trilce/ Teatro nos convida a participar activa e imaginativamente en este juego inagotable de intersecciones --y a la larga gratificaciones-- que constituye nuestra cotidianidad.   Con el añadido de que esta invitación trilceana, en tanto su cronotopo es solar-andino, tiene un sesgo cultural específico y, no por ello, menos universal.  Trilce/Teatro, en suma, nos convida a constituir juntos un múltiple y complejo “archipiélago”.




2 comentarios:

  1. El teatro de Vallejo es casi desconocido en Uruguay. A través de la ponencia de Laura Lomask se puede descubrir la enorme vigencia de la estética teatral vallejiana.

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  2. El teatro de Vallejo es casi desconocido en Uruguay. A través de la ponencia de Laura Lomask se puede descubrir la enorme vigencia de la estética teatral vallejiana.

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