sábado, 6 de septiembre de 2014

NOTA DE PRENSA SOBRE TRILCE: HÚMEROS PARA BAILAR




Título: Trilce: Húmeros para bailar
Autor: Pedro Granados
Editor: VASINFIN
Ciudad: Lima
Año: 2014
128 páginas
ISBN: 978-612-46756-0-7

Reseña:
Al proponernos un con-vivir performático con César Vallejo (no se trata ya de apenas leerlo), a partir de una partitura de inscripciones (no se trata más de escribir) musicales (la marinera y sus fugas y síncopes, etc.) y sexuales (amores con Otilia y sus ramificaciones) vinculada orgánicamente a la cultura andino-mestiza de los arrabales festivos en formación y movimiento de la Lima de los 1900 y pico, Pedro Granados impugna, de golpe, las consabidas interpretaciones político-esencializantes y nos abre, en un abanico risueño, el vaivén diagramático de Trilce a los textos de antes y después. El mismo Vallejo vendría a decir más tarde, en los Poemas Humanos: “Quiero escribir, pero me sale espuma”/(…) “Quiero escribir, pero me siento puma”, como si mencionara toda esa cosa que viene de abajo, de los costados y de dentro que embiste las palabras.
Amálio Pinheiro (Trad. Giane Lessa)
PUC-São Paulo

BIODATA:
Pedro Granados (Lima, 1955) es Bachiller en Lingüística y Literatura, por la Pontificia Universidad Católica del Perú, con una tesis sobre la poesía de Javier Sologuren;  Master of Arts, por Brown University, con un trabajo sobre la Fábula de Polifemo y Galatea de Luis de Góngora; y  Ph.D (Hispanic Language and Literatures), por Boston University, con una tesis titulada  Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo (Lima: PUCP Fondo editorial, 2004).  También lleva publicada --aparte de numerosos artículos en revistas especializadas como Lexis, Variaciones Borges o Anales Galdosianos--  la colección de ensayos  Vallejo sin fronteras (2010), Autismo comprometido: Sobre poesía peruana reciente (2013), Breve teatro para leer: Poesía dominicana reciente (2014) y Trilce: Húmeros para bailar (2014). Granados forma parte del cuerpo docente de la Maestría en Literatura Hispanoamericana de la PUCP.  Del 2011 al 2014 fue profesor visitante en la Universidade Federal da Integração Latino-Americana (Brasil).  Actualmente preside el “Vallejo sin Fronteras Instituto” (VASINFIN).  Asimismo, ha publicado una docena de libros de poesía.  Y en narrativa Prepucio carmesí y otras novelas cortas (2012); así como ¡Fozy Lady! (2014), novela corta bilingüe (español/ portugués) que es tanto una autobiografía apócrifa como una biografía, también apócrifa, de César Vallejo.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Trilce: húmeros para bailar/ Amálio Pinheiro (Prólogo bilingüe)

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Prof. José Amálio de Branco Pinheiro





Ao nos propor um con-viver performático com César Vallejo (não se trata já de apenas ler), a partir de uma partitura de inscrições (não se trata mais de escrever) musicais (a marinera e suas fugas e síncopes etc.) e sexuais (amores com Otilia e suas ramificações) vinculada organicamente à cultura andino-mestiça dos arrabaldes festivos em formação e movimento da Lima dos 1900 e poucos, Pedro Granados impugna, de chofre, as consabidas interpretações político-essencializantes e nos abre, em leque risonho, o vaivém diagramático de Trilce aos textos de antes e depois. O mesmo Vallejo viria a dizer mais tarde, nos Poemas Humanos: “Quiero escribir, pero me sale espuma” /(...) “Quiero escribir, pero me siento puma”, como a mencionar essa coisa toda vinda de baixo, dos lados e de dentro que abalroa as palavras.

Desse modo são postos em ação e presença, através de glossolalias e mesclas rítmico-poéticas represadas no papel (em ziguezague com a rua e suas gingas e cadências), aquilo que uma crítica acabrunhada não consegue ver: os aspectos gozosamente múltiplos e variantes de uma cultura índio-mulata que não se explica pelos dualismos ocidentalizantes (interno e externo, cultura e natureza, signo e referente) de plantão e ainda em voga. Trilce (todas essas aves falando dentro da boca) seria o espaço mítico de máxima concentração e contração sintáticas desse excesso metonímico em que, “a modo de un indigenismo minimalista incluyente”, não se produz sentido, mas um território de possíveis que encadeia as alteridades (mapeado pela tendência dos povos ameríndios à incorporação barroquizante do exógeno assimétrico).

Mais ou menos: nunca podemos saber o que é o outro, mas podemos tê-lo em nós. Ou como diria o próprioVallejo: “Índio después del hombre y antes de él!”. Por isso, vai desdobrando o vallejista peruano, não se pode pensar uma filosofia ameríndia, já que não podemos ser pensados a partir da “evolução” do pensamento do Ocidente, e a partir de um modo de conhecimmento apenas humano-racional, o que é poética e antropologicamente grave. Daí serem tão importantes, com Pedro Granados, as análises erótico-numéricas (“h(n)úmeros para bailar”), em que o cholo de Santiago de Chuco/Trujillo/Lima/Paris destrincha e dissipa, na confluência das comissuras do sexo, dos contornos da dança e da marchetaria oralizante, e junto a pertinentes acontecimentos biografemáticos (veja-se a saga Otilia/mãe/filho abortado etc.), as batidas sínteses e dialéticas pós-coloniais, pós-hegelianas e pós-modernas, sempre sucessivas e epocais, em curso. Sequer o conceito de modernidade pode conter um campo de relações em contínua reversão progressivo-regressiva, visto que as transformações desviantes e as metamorfoses impedem toda ordenação estrutural fixa.

Daí ser de tanto interesse, neste Trilce de Pedro Granados, a interação, na acupuntura dos versos e estrofes, entre um devir-índio, um devir-crioulo e o devir-qualquer-coisa, essa entrada dos objetos da paisagem nos corpúsculos e interstícios (Lezama Lima) do poema, mapeados rizomática e silabicamente pelos ensinamentos, cromatismos e gestos gráficos do sol e do mar.

Amálio Pinheiro
PUC – São Paulo 


PRÓLOGO
Al proponernos un con-vivir performático con César Vallejo (no se trata ya de apenas leerlo), a partir de una partitura de inscripciones (no se trata más de escribir) musicales (la marinera y sus fugas y síncopes, etc.) y sexuales (amores con Otilia y sus ramificaciones) vinculada orgánicamente a la cultura andino-mestiza de los arrabales festivos en formación y movimiento de la Lima de los 1900 y pico, Pedro Granados impugna, de golpe, las consabidas interpretaciones político-esencializantes y nos abre, en un abanico risueño, el vaivén diagramático de Trilce a los textos de antes y después. El mismo Vallejo vendría a decir más tarde, en los Poemas Humanos: “Quiero escribir, pero me sale espuma”/(…) “Quiero escribir, pero me siento puma”, como si mencionara toda esa cosa que viene de abajo, de los costados y de dentro que embiste las palabras.

De este modo se ponen en acción y presencia, a través de glosolalias y mezclas rítmico-poéticas contenidas en el papel (en zigzag por la calle y sus balanceos y cadencias), aquello que una maniatada crítica no consigue ver: los aspectos gozosamente múltiples y variantes de una cultura indio-mulata que no se explica por los dualismos occidentalizantes (interno y externo, cultura y naturaleza, signo y referente) canónicos  y aún en boga. Trilce (todas esas aves hablando dentro de la boca) sería el espacio mítico de máxima concentración y contracción sintácticas de ese exceso metonímico en que, “a modo de un indigenismo minimalista incluyente”, no se produce sentido, más sí un territorio de posibilidades que enlaza las alteridades (mapeado por la tendencia de los pueblos amerindios a la incorporación barroquizante de lo exógeno asimétrico).

Acaso de esta manera: nunca podemos saber lo que es el otro, pero podemos tenerlo dentro. O como diría el mismo Vallejo: “Indio después del hombre y antes de él!”. Por eso, va argumentando el vallejista peruano, no se puede pensar una filosofía amerindia, ya que no podemos ser pensados a partir de la “evolución” del pensamiento de Occidente, y a partir de un modo de conocimiento apenas humano-racional, lo que es poética y antropológicamente grave. De ahí que sean tan importantes, para Pedro Granados, los análisis erótico-numéricos (“h(n)úmeros para bailar), en los que el cholo de Santiago de Chuco/Trujillo/Lima/París desenreda y disipa, en la confluencia de las comisuras del sexo, la elegancia de la danza y la carpintería oralizante, y junto a pertinentes acontecimientos biografemáticos (véase la saga Otilia/madre/hijo abortado etc.), las manidas síntesis y dialécticas post-coloniales, post-hegelianas y post-modernas, siempre sucesivas y epocales, en curso. Ni siquiera el concepto de modernidad puede contener un campo de relaciones en constante reversión progresivo-regresiva, ya que las transformaciones desviantes y las metamorfosis impiden cualquier ordenación estructural fija.

De ahí de ser de tanto interés, en este Trilce de Pedro Granados, la interacción, en la acupuntura de los versos y estrofas, entre un devenir-indio, un devenir-criollo y el devenir-cualquier-cosa, esa entrada de los objetos del paisaje en los corpúsculos e intersticios (Lezama Lima) del poema, mapeados rizomática y silábicamente por las enseñanzas, colores y gestos gráficos del sol y del mar.

Amálio Pinheiro (Trad. Giane Lessa)
PUC-São Paulo 

martes, 2 de septiembre de 2014

La sangre de los élegos/ Javier Alvarado




 

He ansiado respirar la sangre de los élegos
En bocanadas familiares, otear ese espacio
Que perteneció a los hijos en musical retama,
Ese odio de Dios que nos golpea con temibles dedos
Esa copa nublada de Vallejo, donde somos un poco
El heraldo negro que levanta la ventisca en los hogares,
Un rastro en el molino hasta desaparecer
Las crines de los caballos
Y el resplandor de la niñez
En las semillas.
Hay algo aquí que bate su conciencia
Como un polluelo que respeta el esparadrapo de sus alas
Cuando aparece la mujerte y su rompeolas
Donde vamos a caballo sin blandir la espuela del solsticio
Alcanzando ese dolor que habitamos
Y que nunca cesamos de recorrer.



Javier Alvarado (Panamá, 1982) 

sábado, 23 de agosto de 2014

César Vallejo. Una biografía literaria





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Informado y útil trabajo*, diseña un degradé desde la picaresca --y el juicio, aunque implícito, severo a las andanzas del pícaro y prófugo nativo de Santiago de Chuco-- a la elegía --a los versos hondos y el parisino, en aura de compromiso social, trance de muerte del poeta.  Hart jamás percibe el aspecto cultural, aunque expone los ladrillos e incluso glosa y comenta puntuales calas de Vallejo en lo andino.  Justo cuando  finalmente se impone hablar de sexo --incestuoso o no-- el crítico inglés calla.  “Parado en una piedra”, tal como lo expusimos en detalle en nuestro libro del 2004 (Cap.  III: “La poética del nuevo origen: La piedra fecundable de los poemas de París”)**, alude no sólo a una manifestación o “paro”;  sino también, de modo simultáneo, a una virtual cópula con la piedra, con la materia misma de lo incaico: sol --masculino-- que se ha transformado en algo femenino, aunque esta piedra ahora se halle “cansada” o en crisis y sea, luego, incluso la propia “España” del famoso poemario póstumo dedicado a la Guerra Civil.  Hart no percibe en su lectura la presencia de lo cultural, su constante opacidad y metamorfosis, sino únicamente como un museo de tópicos o taxonomía académica ya canonizada; un tanto como tampoco lo percibió la misma Georgette de Vallejo.  Pero el mismo poeta sí lo hizo e incorporó aquello en su propio proceso intelectual y artístico donde lo político no se contraponía a lo mítico.  Por esta razón, sus “Nostalgias imperiales” y su Trilce --que es versión escrita sintética y sincrética del mito de Inkarrí, elaboramos ahora mismo un ensayo sobre ello--  y su “Piedra cansada” son un mismo mito expuesto de modo minimalista y con vocación incluyente siempre.  De lo afro-limeño, primero, y después de las etapas iluminista y revolucioria de su experiencia europea: francesa y soviética, respectivamente.  Una biografía de Vallejo que no ventile aquel aspecto cultural en su relato  lucirá siempre destrabada e inevitablemente fragmentaria.   El problema es que Vallejo no hablaba nunca de esto, ni con su viuda ni con nadie.  Su experiencia de lo sagrado, nada exclusivista o individualista sino más bien comunitaria,  se tocaba con su radical experiencia de la poesía y para él, tal como en aquellos versos finales de “Huaco” (“[Yo soy]Un fermento de sol/ levadura de sombra y corazón”), le eran inherentes --acaso para ser más productivos en su obra poética -- el pudor o el secreto.

En todo lo demás, aunque Hart de algún modo continúe la teoría y metodología de un Juan Espejo Aturrizaga, la exposición del profesor inglés es amena y, repetimos, a pesar de cierto puritanismo u holismo militante, extraordinariamente útil.


*Stephen Hart, [César Vallejo.  A literary Biography (London: Támesis, 2013)] César Vallejo.  Una biografía literaria (Lima: Editora Cátedra Vallejo, 2014).
** Pedro Granados, Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo [PhD Thesis, Boston University, 2003] (Lima: PUCP Fondo editorial, 2004)



Tomado de El César Vallejo de Stephen Hart