domingo, 24 de octubre de 2021

Lomismo/Islismo: Poéticas gemelas de César Vallejo (PDF)



Este breve ensayo de 2017 (Revista Laboratorio) iba en “busca de un método” para intentar estudiar las culturas “opacas” (Canclini, Glissant); el cual, desde nuestra propuesta sobre la convivencia simultánea --en la obra de César Vallejo-- de cuatro nociones distintas y autónomas de las Humanidades (Libros, Pueblos, Narrativas y Posantropocentrismo) creemos haberlo encontrado [Granados, Pedro.  “Humanidades”. Uwa’Kürü – Dicionário analítico – volume 5 / organização: Gerson Rodrigues de Albuquerque, Agenor Sarraf Pacheco. – Rio Branco: Nepan Editora; Edufac, 2020.   pp. 115-117 ].  Es decir, en oxímoron con la radical libertad y "vanguardia" de la obra del peruano, existiría un modo "correcto" de leer a Vallejo; siempre y cuando, y no menos de manera paradójica u oximorónica, nos manejemos simultáneamente con aquellas cuatro nociones de las Humanidades  toda vez que leamos aquella poesía, crónica, ensayo, etc.   Método del cual mostramos, en detalle, su pertinencia en un ensayo de muy próxima publicación, Trilce: “el sujeto del acto” (Dossiê "100 años de Trilce de César Vallejo", Revista Circuladô, Casa das RosasSão Paulo, diciembre 2021).  


 

jueves, 21 de octubre de 2021

VASINFIN del Brasil

 


Vallejo sin Fronteras Instituto (Lima, 2014), del cual soy su actual presidente, se multiplica.  En este sentido, damos la más cordial bienvenida y nos congratulamos de su proyección al Brasil, en concreto a São Paulo, donde funcionará bajo la dirección del poeta, profesor, investigador y traductor Amálio Pinheiro (en la foto).  Qué le deparará el futuro a VASINFIN, esperamos siga multiplicándose por el mundo; y, con esto, el meollo de su labor: “VALLEJO SIN FRONTERAS se abre a la difusión del estudio y la creación artística en torno a la obra o figura de César Vallejo. Se distancia de las lecturas típicas y tópicas sobre este autor universal y, más bien, apuesta por lo heterodoxo; aunque con hondura intelectual, rigor persuasivo”.  Así sea.

domingo, 17 de octubre de 2021

TRILCE RELECTURAS

 



TLC (Traducción, Lectura y Crítica)

Trilce es caja de resonancia del elemento alado

Noche oscura en alba transformándose

Flor serrana en leve vello púbico ensortijado

Alma del llama y del gato techero

Comestible por maquillado

En conejo, en margarita, en besos de tu boca

Trilce es sonaja del infante

Para que despierte y pida de comer

Su lonja de sinsentido y copa de sin pudor

Agua excesiva desde la pluma y desde la plomada 

Para no verte y encontrarte guardando

La compostura de decir la L

Que antes fuera W y acabó siendo T

Si el Señor no se hubiera llevado las manos al sexo

Y no se hubiera hallado espléndidamente erecto

Y fuera la C misma en el entrecejo

Y fueran TLC en ese modo de gritar en sordina

De hablar con clavículas y omóplatos

Que le decían Ministerio de Educación

Por lo cóncavo del tórax 

Trilce y su zamba de olor de higo y canela

Justito en los 999 (novecientosnoventaynueve)

Grados para la evaporación

Para el abracadabra de combinar

El dolor con el dolor

Que a resultas da siempre lo opuesto

Algo así como doblar una ola de papel

Que moja 

Un origami del fondo de tu alma

Inevitable la muerte en la casta mirada

Inocente de tan culpable

Porque de hacer cosas con las palabras

Se trata

De meterse de uñas y manos en el poema

Con el impulso ciego que invariable

Va desde nuestros resueltos y no menos educados pies.

 

[Inevitable]

Inevitable

Ir  venir subir bajar

Morir vivir

Repudiar desear

Una mano abierta un ave

Unos labios cerrados

El horizonte

Y la luz que se proyecta

El sol mismo dentro de ti

Isleños todos

De las montañas también

De lo expuesto y de lo oculto

Nuestra dieta cotidiana

Nuestro balance diario

De algas y de flores

Del semejante jardín

No nos iremos con el secreto

De lo que es Trilce:

Un cronotopo

De la plenitud y de la alegría

O a la inversa

No nos iremos sin lo que hemos soñado

Y cazado como en la siesta de un perro

Nervioso anhelante sin mayor control

Un perro asustado por los fuegos artificiales

Y por el pique de los autos y del televisor

Extemporáneo perro y sabueso de osos

Y sabueso de Trilce:

Dos zorros dos pastores

Un canto alternado entre la lluvia y el sol


[El dorado el numen lo molar]

El dorado el numen lo molar

De la literatura

Constituyó otro de los embustes

De los indígenas

Llegado hasta nosotros

Y re-apropiado y debatido

Por académicos u ociosos

En la forma de periodificaciones

Proto-textos

E intertextualidades

Sin reparar en la mano

Que oculta

En el pez que se transforma

En el anfibio que hemos olvidado

De ser

Y que en realidad somos

Y que fueron aquellos salvajes

Y su genial tomadura de pelo

–de corte de cuero cabelludo

y de fundamentales sesos al rape, más bien–

Y por lo cual boqueamos al cielo

Y elevamos nuestras frustraciones

Al otro mundo

Mientras en éste no nacemos

De cinco huevos

Sino sólo de uno

Y todo el conocimiento posible

Es una puerta remachada de clavos

De la cual incluso

Los amos de llaves han olvidado

O perdido u ocultado o tragado las suyas

La carta de despedida de Miguel Grau

Dirigida a su esposa

O aquello de bañarnos con la india desnuda/ en chorro/

Donde sólo alguna agua nos vea

O los versos de Trilce que son

Las mismas venas de nuestro corazón

Salvan reacomodan enmiendan

Los entreverados naipes

Que encontró Guamán Poma de Ayala

Su inenarrable dolor de pies

Luego todo es vacío y un aparente

Ir más allá de ello

Un más allá sin más allá

Sólo una balsa abandonada y unos monos

Hacinados unos encima de otros

Ningún otro secreto salvo

El mismo espejo que insiste

En mis arcos superciliares

De jabalí

En mis abundantes canas de lechuza

Habrá que hacer esa otra historia

De las literaturas peruanas entonces

Impávidos

Experimentar el poema en nosotros mismos

Pasar el pocillo de licor

Entre todos

Aves reptiles seres sin patas

Y humanos

Habrá que sentir que estamos al frente

Y en la mismísima cubierta

Desnudos solos tirados al vacío

Sostenidos por el aire y algunos sonidos

 

PUCP: Mediados del 70

Porque allí pillé a Góngora

Leyendo a Góngora

En la voz de Luis Jaime Cisneros

Lo mismo que a Salomón Lerner

Incrédulo y de a pie

Sujetando alguno de mis poemarios

Porque no por las huevas estuvo allí

Luis Hernández Camarero

Que estar allí, acompañar,

Es mucho más poderoso

Que el mero hecho de estudiar

Porque en la PUCP, y junto con algunos de mis profesores,

Ensayábamos explicar la verdad hasta confinarla

En un esquema

Algo mucho más humano que el solo hecho de creer

Y porque entre  algunas de mis compañeras

De aquel entonces

Descubrí  la bondad, la inteligencia

Incluso  el amor

Porque desde el segundo piso de Letras

En el Fundo de Pando

Mirando hacia la playa y por las tardes

Se ve a Trilce o a Inkarrí

Da exactamente lo mismo

Una sonrisa de tan amplia

Aparentemente horizontal

Dorada y abozaleada

Remando contra lo corriente

 

TRES -Fragmento de La mirada (2020)-

A la sombra del poeta

Al que no suelo encontrar

Estando sentado

Aunque así ha sucedido hoy día

Hurgando sus poemas

Leyendo sus crónicas

Un dado de ocho lados

Multiplicado por otros ocho

Pero reducido también

Si fuese necesario

A cuatro ojos sobre tres rostros

Y de modo penúltimo

A una mirada

Sumergida

Hasta el párpado inferior

Bemol (es) contra Bulla

Así es Trilce

Puñal o península

A quema ropa

©Pedro Granados, 2021


jueves, 14 de octubre de 2021

El César Vallejo de Stephen Hart* (reloaded)

 


El César Vallejo de Stephen Hart (1), informado y útil trabajo, diseña un degradé desde la picaresca –y el juicio, aunque implícito, severo a las andanzas del pícaro y prófugo nativo de Santiago de Chuco– a la elegía –a los versos hondos y el parisino, en aura de compromiso social, trance de muerte del poeta.  Hart jamás percibe el aspecto cultural, aunque expone los ladrillos e incluso glosa y comenta puntuales calas de Vallejo en lo andino.  Justo cuando  finalmente se impone hablar de sexo –incestuoso o no– el crítico inglés calla.  “Parado en una piedra”, tal como lo expusimos en detalle en nuestro libro del 2004 (Cap.  III: “La poética del nuevo origen: La piedra fecundable de los poemas de París”) (2), alude no sólo a una manifestación o “paro”;  sino también, de modo simultáneo, a una virtual cópula con la piedra, con la materia misma de lo incaico: sol –masculino– que se ha transformado en algo femenino, aunque esta piedra ahora se halle “cansada” o en crisis y sea, luego, incluso la propia “España” del famoso poemario póstumo dedicado a la Guerra Civil.  Hart no percibe en su lectura la presencia de lo cultural, su constante opacidad y metamorfosis, sino únicamente como un museo de tópicos o taxonomía académica ya canonizada (3); un tanto como tampoco lo percibió la misma Georgette de Vallejo (4).  Pero el mismo poeta sí lo hizo e incorporó aquello en su propio proceso intelectual y artístico donde lo político no se contraponía a lo mítico.  Por esta razón, sus “Nostalgias imperiales” y su Trilce –que es versión escrita sintética y sincrética del mito de Inkarrí, elaboramos ahora mismo un ensayo sobre ello (5)–  y su “Piedra cansada” son un mismo mito expuesto de modo minimalista y con vocación incluyente siempre.  De lo afro-limeño, primero, y después de las etapas iluminista y revolucioria de su experiencia europea: francesa y soviética, respectivamente.  Una biografía de Vallejo que no ventile aquel aspecto cultural en su relato  lucirá siempre destrabada e inevitablemente fragmentaria.   El problema es que Vallejo no hablaba nunca de esto, ni con su viuda ni con nadie.  Su experiencia de lo sagrado, nada exclusivista o individualista sino más bien comunitaria,  se tocaba con su radical experiencia de la poesía y para él, tal como en aquellos versos finales de “Huaco” (“[Yo soy]Un fermento de sol/ levadura de sombra y corazón”), le eran inherentes –acaso para ser más productivos en su obra poética — el pudor o el secreto.

En todo lo demás, aunque Hart de algún modo continúe la teoría y metodología de un Juan Espejo Asturrizaga, la exposición del profesor inglés es amena y, repetimos, a pesar de cierto puritanismo u holismo militante, extraordinariamente útil.

(1) Stephen Hart, César Vallejo.  A literary Biography (London: Támesis, 2013)

(2) Pedro Granados, Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo [PhD Thesis, Boston University, 2003] (Lima: PUCP Fondo editorial, 2004)

(3) Acercamiento o curiosidad hacia la cultura andina donde, en su último trabajo vallejiano, Hart pareciera ya definitivamente renunciar.  Nos referimos a su ponencia, “Y la tórtola corta en tres su trino: la poesía de Vallejo“, presentada en el reciente IV Congreso Internacional “Vallejo Siempre” (2021); la cual enfatiza y remacha la idea de que la obra de Vallejo es en estricto toda biográfica.  Lo cual no sería de ningún modo reprochable; sino, más bien,  merecedor de coincidir en ello e incluso celebrarlo; siempre y cuando se modifique sustancialmente –algo imposible para el crítico inglés– su idea de lo que sería una biografía no lineal ni unidimensional; en suma, a diametral distancia de la historicista, positivista y melancólica que aquel profesor desde  hace ya rato ensaya.  Nomás como un agregado, ignoramos si una vez publicada su ponencia nos cite, pero la tripartición de la poesía de Vallejo que Hart aquí establece –con eje en la gravitación de las mujeres o lo femenino para cada hito o etapa específica de su poesía: Los heraldos negrosTrilce y España…– , aunque no sea exactamente la misma, ni podría serlo, nosotros ya hemos descrito y estudiado algo muy semejante en nuestro libro, Vallejo sin fronteras (Lima: Arcadia/Vasinfin, 2010), en específico en el capítulo titulado, “Mujer fatal, compañera y madre en la poesía de César Vallejo“.

(4) Pedro Granados, Trilce y Georgette

(5) Pedro Granados, Trilce: húmeros para bailar (Lima: VASINFIN, 2014)

*Texto ligeramente puesto al día respecto del que se publicara el 2013 en la revista Hawansuyo.


miércoles, 13 de octubre de 2021

“Hablando sobre Vallejo” (Entrevista)/ Amalia Domínguez

 

                                            Periodista mexicana Amalia Domínguez

Para estudiar a César Vallejo hay que dibujarlo, combinar el lenguaje icónico con el simbólico, ya que la suya es una poesía para verla, una poesía tridimensional, un atentado contra la linealidad del lenguaje.

Quien así se expresa es el poeta peruano Pedro Granados (Lima, Perú, 1955), estudioso de la obra vallejiana, uno de cuyos frutos es el libro Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo, publicado por el Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, recientemente. Granados, busca compartir sus conocimientos sobre Vallejo y su poesía, en el curso que impartirá bajo el mismo nombre de su libro, en Profética, la casa de la lectura (México), a partir de este jueves 17 de junio.

En entrevista sobre el tema, destacó que Vallejo es un poeta importante que se ha leído poco, porque es difícil. Lo que se conoce de él es el Vallejo comunista, combativo, que si bien es una arista mayor, no ha tenido la suerte de Octavio Paz, (Pablo) Neruda, y otros. De hecho lo que más se conoce de él es Los Heraldos Negros, Trilce –el libro más difícil de la poesía española-, y la compilación España, aparta de mí este cáliz, que hizo Manuel Altolaguirre, pero que el autor no conoció; sin embargo fue también un cronista extraordinario, dramaturgo y novelista, pero estas facetas poco se conocen de él. Los libros de Crónica fueron de los pocos que le dieron plata, como corresponsal de periódicos y de la agencia France Press, pero la poesía es la flor de su obra, la más interesante y bonita.

Vallejo es una gran lección para la poesía de ahora. El resuelve muchas cosas con ese espíritu de aclimatación que tenía, por eso es llamado poeta del oxímoron, los contrarios conviven en él, lo mismo los heraldos negros que los heraldos blancos, son dos ejes, uno predominando sobre el otro. Lo curioso es que Vallejo no quiere hacer literatura; cuando se pone a escribir dice, “quiero escribir pero me sale espuma”.

Por lo que se refiere a las utopías vallejianas, básicamente no es el alcanzar un mundo mejor, donde todos seamos gordos, tengamos salud y un auto. Entre otras cosas, su utopía consiste en su maternidad, Vallejo se hizo mamá, siempre le interesó lo femenino. Uno de sus versos que ilustra esto, dice: “Y hembra es el alma del ausente, y hembra es el alma mía”.

Vallejo fue un poeta de vanguardia, que combinó nihilismo, dadaísmo, siglo de oro, especialmente el barroco, la cultura andina y la literatura modernista, todo ello lo hace ser un vanguardista no deshumanizado. Por tanto es el poeta de ahora, actual, al igual que Borges, ambos son íconos de la poesía contemporánea latinoamericana, sostuvo su compatriota Pedro Granados.  (La Jornada de Oriente, 2004)

http://spanport.byu.edu/instituto_vallejiano/hablando.html

La poesía de Vallejo se sostiene en la obra de Marx, Darwin, Freud y la cultura andina

Amelia Domínguez

La poesía de César Vallejo se sostiene en la obra de Carlos Marx, Charles Darwin, Sigmund Freud y en la cultura andina, “es como una mesa que se apoya en cuatro patas”, aseguró Pedro Granados, autor del libro Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo, recién salido de la Dirección General de Fomento Editorial de la Universidad Autónoma de Puebla.

Vallejo (1892-1938) fue un comunista que por su militancia fue deportado de París, a España.  Le dedicó dos libros de crónicas con propaganda a la ex Unión Soviética.  Le tocó vivir parte de la guerra civil española y fue ahí donde escribió su tercer libro: España, aparta de mí este cáliz, que ya pudo ver publicado.

Un tema fundamental en la obra vallejiana es lo femenino, que tomó de la cultura andina. De hecho una de sus utopías es la de volver a que el universo entero sea acariciado por su madre andina y la utopía de lo andrógino, es decir que lo masculino y lo femenino se fundan en uno solo. A este respecto, comentó que para el crítico Alan Smith Soto, Vallejo es el gran hermafrodita universal.

Durante sus 46 años de vida, Vallejo escribió tres libros fundamentales: Los Heraldos negros (1918); Trilce, en 1922 y España, aparta de mí este cáliz, aparecido póstumamente. De los tres, el mejor según su paisano Pedro Granados fue Trilce, escrito con una curiosidad libérrima, adolescente, con gran intensidad y sin capillas ni ideología, que puede considerarse de actualidad en este 2004 y más allá de esta época.

Lo que conecta Los Heraldos Negros, Trilce y los poemas póstumos, es el desarrollo de lo femenino y el culto andino solar, cuestión que Granados rescata en su libro de reciente aparición. Vallejo en Los Heraldos Negros está disociado del erotismo femenino, mientras que en Trilce, en cambio, se produce el encuentro gozoso con la mujer, y finalmente en la última etapa, se encuentra la feminización de Vallejo a través de su poesía.

Granados, poeta y académico peruano, destacó que en Trilce -el cual según Julio Ortega es el libro más difícil de la lengua española- Vallejo no se involucra en lo que escribe, sino observa desde lejos su propio strep tease. Asume un sujeto poético soberano de sus referentes, con un gesto de distanciamiento inteligente que lo emparienta con el argentino Jorge Luis Borges.

Actualmente, Vallejo se ha vuelto una industria, que no da sus réditos a Perú. Es impresionante cómo el interés por este poeta se acrecienta cada día, con una atingencia, que ya no se le estudia solo, sino en su fusión con otros poetas en los autores jóvenes. De 1980 a la fecha, Vallejo está presente en los mejores autores jóvenes, pero fundido, aliado con otros. Como ejemplo de este tipo de autores citó a los mexicanos José Vicente Anaya, Ernesto Lumbreras y José Homero, además de su propia poesía. Consideró que la actual es una época de hibrideces, de confluencia de cosas aparentemente contrapuestas, en la cual César Vallejo y Borges se potencian.

https://www.lajornadadeoriente.com.mx/2004/10/27/puebla/cul1.html