Foto por Rosario Bartolini, 2023
Hace tiempo teníamos pendiente, aunque por pura pereza
no lo procurábamos, encontrar una buena imagen para lo que desde nuestro, Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo (Lima: PUCP, 2004), vamos
sosteniendo contra la canónica --por indiscutida e indiscutible-- lectura de
André Coyné, sobre Trilce I, en tanto acto de defecar en un contexto carcelario. No es así, aunque el guano de los alcatraces por
estar vinculado al sol o venir desde lo alto, sea tan valioso en este poema:
guano como luz o luz como guano que fertiliza.
Vallejo, por lo común, en virtud de su militancia en el viejo oxímoron,
abordará lo sublime con un lenguaje inverso al de su institucionalizado decoro.
Entonces, no se trata de ninguna defecación sino, más bien, podría decirse también
así, del testimonio de un coito: "Y la península párase"; aquel cotidiano
y efímero (“en la línea mortal del equilibrio”), durante el crepúsculo, entre
el sol y la playa; implícitos aquí, el mar y cada uno de nosotros (observadores
o lectores). Un coito o un llamado, una
invitación, a ser fertilizados por aquellos: “MÁS SOBERBIOS BEMOLES”. Convocatoria simétrica y política, sin duda, de
singular importancia para nuestros tiempos en que nos debatimos entre utopías y
distopías, y donde el antropocentrismo, sin lugar a dudas, ya no va más.
© Pedro Granados, 2023